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Mi historia

Trabajaba para una cadena de hoteles en el apogeo de los tiempos compartidos en Cozumel. Estaba a cargo de ventas y Marketing, cuando por curiosidad y azares del destino, supe de los bienes rices ¿Bienes raíces? ¿Asesor inmobiliario? ¿En qué se diferencian de los tiempos compartidos? Eso y mucho más me preguntaba, cuando, sin mucho conocimiento y experiencia, un conocido confió en mi para promover su casa para venta, sin esperarlo, ya estaba cerrando la que sería mi primera venta como futuro asesor inmobiliario.

Fue entonces, que decidí prepararme para seguir con esta noble profesión, tomé pequeños cursos relacionados a la materia, y cerré un par de operaciones más. Como ya tenía una empresa de tours, dejé en pausa este proyecto, sin embargo, mi reputación me precedía, esporádicamente atendía y asesoraba a clientes. Para el 2016 tomé la administración de unos locales comerciales, esto, gracias a las recomendaciones y años de experiencias en las ventas.

Este fue el impulso que necesitaba para darme cuenta de que los bienes raíces sería lo mío… hasta que, en el 2020, el mundo se aisló por el Covid-19, pero eso no me iba a detener, pese a las complicaciones y falta de un equipo para poyarme, nace “ARVI Real Estate” para el 2021, y así mismo conseguí la afiliación al AMPI. No fue un proceso sencillo, ya que la economía no era muy estable, al igual que aún no contaba con un equipo de trabajo.

La experiencia que traía de los trabajos anteriores, no eran suficientes, durante este proceso, tuve una transformación personal; un autoanálisis; un gran desarrollo personal y profesional con los cursos; diplomados y libros que leía. Aunque parecía muy lejano consolidarme, y poner en marcha una nueva empresa, la perseverancia, constancia, formación, las relaciones públicas, recomendaciones y aliados, fueron parte de la clave del éxito que he tenido. Salir de la zona de confort no fue nada fácil, ni gratificante, hasta que vi los resultados.

Ahora te pregunto: ¿La curiosidad mató al gato? Y lo más importante ¿Te atreves a soñar?